Esta es la historia de Minnie the Moocher,
la más ardiente dama en todos los clubes.
Hermosa fiera y dura de pelar,
pero su corazón era más grande que el mar.
Se fue con un tipo, Smokie lo llamaban,
era un gallito imbécil y ella lo amaba.
A Chinatown la llevó a pasear,
le enseñó los rincones de la gran ciudad.
Ella soñaba con el rey de Suecia
y poco a poco pasó a ser su princesa.
Él le compraba lo que necesitara:
oro, ropa y las joyas más caras.
Le dio una casa y los mejores coches
y ella presumía de sus muchos derroches.
Guardaba millones de dólares en monedas pequeñas.
De noche las contaba y se sentía su dueña.
14 nov 2001
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