1 ene 2000

rinconcito

Fuimos tras cada señal y con cuidado
camino alotro lado,
donde los sueños no son perdidos
sino encontrados.
Y andamos, que no anduvimos, por un sendero
donde Sofía tiene otro mundo entero
que ya no es suyo, sino de los marcianos
que vienen a verme en motoreta
justo en el instante en que con tu singular dulzura
te quitas la camiseta
y me enseñas las...

Trepamos muro a muro con nuestras manos
camino hacia ese mundo remoto
en el que nos volvemos locos
el uno por el otro.
Y entonces, casi inevitablemente,
como de repente,
caímos en la cuenta
de la retroversión de las palabras,
de la insistencia de los poetas,
de lo filosóficamente increíble.
De que aquel sueño no era apenas imaginario
sino físicamente tangible.

Sí, y ustendes me dirán que toca despertar.
Pero qué guapa que estás...

Pudimos encontrar un rinconcito
entre universos paralelos e infinitos.
Pudimos descifrar las bases de la felicidad
con sencillos teoremas prohibidos,
ahora consentidos.
Logramos ascender camino de la ingravidez
para ser dos cuerpos suspendidos en el vacío
tú conmigo y yo contigo,
y sin motivo aparente
logramos descuadrar la geometría de la mente
hasta captar todo el sonido ambiente
y hacerlo nuestro
y cantarlo en un cuento.

Hicimos un dibujo del destino:
una casita, un árbol y un molino.
Tuvimos que edificar más allá de lo natural
para hacer que todo fuera real.
Mandamos diseñar un tejado de cristal
para que la luz pueda pasar
y por la noche
las estrellas sean focos
al reflejo de tus ojos,
y por el día
aumentemos la dimensión de esta parte de nosotros
muy poquito a poco.

Sí, y ustedes me dirán que toca despertar.
Sí, y ustedes me dirán que toca despertar.
Y así vamos caminando,
los inviernos van llegando,
primaveras y veranos,
y el otoño no me importa,
no me importa por que sé que es a tu lado.
Sí, y ustedes me dirán que toca despertar.
Sí, y ustedes me dirán que toca despertar.
Pero qué guapa que estás...